Entrar en el apasionante mundo de las emociones implica conocerlas y saberlas manejar.
Que nuestros alumnos sean capaces de regular su conducta a través de una adecuada gestión de sus emociones implica trabajar la inteligencia emocional a lo largo de toda su escolaridad.
Nuestro profesorado ofrece a nuestros alumnos conocimiento y herramientas para ayudarles en la resolución de sus conflictos diarios. Saber poner nombre a sus emociones, aprender a valorarse o saber comunicarse con los demás de forma asertiva, son algunas de las lecciones emocionales que nuestros alumnos se llevan cuando dejan nuestro centro.
La educación va mucho más allá de los conocimientos académicos. Por ello, desde nuestro centro fomentamos el compromiso, la solidaridad, el respeto, la tolerancia y el desarrollo personal, con el fin de formar personas felices, seguras de si mismas y capaces de hacer del mundo, un lugar mejor.